La aventura empieza con un sueño.
Puede que a ti te pase lo mismo que a mí hablando de las montañas.
Te cuento.
Primero soñamos con las montañas que conocemos, las más cercanas. Después pasamos a soñar con otras que están algo más lejos.
Nada más cumplido un sueño, cuando bajamos al refugio, al coche o llegamos a casa, empieza un nuevo sueño.
Empecé como montañero en los Pirineos y después pasé a los Alpes.
Es una evolución. A medida que vas alcanzando tus retos, vas a por otros mayores, más altos o más complicados.
En 2025 te puedo ayudar a hacer realidad tus sueños con mis tres expediciones:
Cada uno de los viajes montañeros que he hecho ha sido un sueño.
Empezó, de imprevisto, en 2003. Una oportunidad que apareció cuando no lo esperaba y que no podía dejar escapar. Aconcagua. Un hueco que quedó libre a última hora en una expedición organizada por Fernando Garrido, mi maestro en el mundo del guiaje.
Después han venido unas cuantas aventuras, pero, ¿merece la pena que saque pecho y fanfarronee?
A veces los guías de montaña, y los alpinistas en general, parecemos museos andantes, hablando de nuestras glorias.
En Nepal es muy llamativo cuando la gente se presenta por su nombre y añade cuántas veces ha subido alguno de los 14 ocho-miles.
Te puedo hablar de mis éxitos si quieres. Si me sigues en Instagram puedes estar al corriente.
Pero, ¿sabes qué? Te voy a hablar de mis fracasos. Voy a sacar pecho por las veces que me he tenido que dar la vuelta. ¿Por qué? Para que veas que cuando te esté guiando, cuando la situación se ponga complicada, me pensaré muy bien si podemos seguir o no, y porque sé de primera mano lo que jode darse la vuelta y no poder alcanzar el objetivo que tenía.
Como en 2004 en el Denali. Fui con mi padre y Fernando Garrido. Eran nuestras vacaciones. Entro semejante tormenta que estuvimos 6 días sin poder salir de la tienda de campaña. Por supuesto que nos olvidamos de la cima. Lo único que importaba era sobrevivir. Porque casi no lo contamos.
En 2005 estuve en Kirguistán con un amigo. Queríamos hacer un 6.000 sin nombre ni ascensión previa entre Khan Tengri y Pobeda. Era una vía técnica, preciosa. Nos tiramos un mes y medio llevando el equipamiento a través del glaciar. Imposible. Media vuelta. Aquella experiencia me sirvió para aprender que hay que gastar en logística. Lo «barato» sale caro y es rentable invertir en una empresa que se encargue de la logística, de manera que nos encentremos en lo importante: aclimatarse y subir a la montaña, si todo sale bien.
En 2006 fui a Nepal por primera vez con una compañía inmejorable: fuimos 5-6 compañeros que habíamos estudiado para guía de alta montaña, además de un profesor nuestro que había trabajado para «Al filo de lo imposible», Antonio Trabado. Nuestro objetivo: el Ama Dablam. Pues tampoco pudo ser. El tiempo no nos dejó subir. Intentamos ganar un día subiendo directamente del campo 1 al 3, pero tuvimos que regresar.
En 2007 en Perú no pude subir al Chopicalqui, pero sí a Alpamayo. Fui con mi padre.
Y así unas cuantas veces. En Nepal, Perú, … unas cuantas retiradas y alguna cima.
Incluso como guía. En 2023 fui con unos clientes a Perú. La Cordillera Blanca es preciosa pero guarda sus sorpresas. Subiendo al Huascarán nos enteramos que el grupo que nos precedía en unos días había tenido un accidente y el guía local había muerto. Aquello nos dejó un cuerpo malísimo, tanto a mí (que colaboré en el rescate) como a mis clientes. Teníamos la moral por los suelos y para darle la vuelta saqué dos ascensiones fuera del programa: Vallunaraju (5.686 metros) y Copa (6.190 metros). Y con estas dos cimas conseguí mejorar un poco la moral del equipo y que se quedaran con mejor cuerpo.
Haré todo lo posible para que alcancemos nuestro objetivo. Como puedes ver aquí arriba, sé lo que jode darse la vuelta. En el Aneto, el Mont Blanc o Alpamayo. Pierdas un fin de semana, dos mil euros o seis mil. Me pagas para que sea yo quien tome la decisión adecuada en todo momento. Sé lo que jode darse la vuelta, por eso intentaré que disfrutes y lleguemos a la cima con la que sueñas.
En 2025, además de guiar en los Alpes, he organizado estas tres expediciones a montañas con las que hemos soñado: